
Como es de conocimiento público, la situación económica del Ecuador en los últimos años ha sido muy compleja ya que ha venido presentando un problema estructural serio (déficit fiscal, sobre-endeudamiento, reservas monetarias mínimas, baja inversión extranjera, menores ingresos petroleros, entre otros) lo que ha provocado que en el 2019 y principios del 2020 las cifras de desempleo se hayan incrementado en el país.
La emergencia sanitaria para enfrentar el Covid-19 y el necesario aislamiento social ha impactado aún más en nuestra frágil economía y el sector empresarial presenta poca liquidez ya que no cuenta con los flujos de ingresos generados por sus ventas, las mismas que son la esencia de su operación. Una empresa sin ventas, es como un ser humano sin oxígeno, es decir no puede vivir. En estos días algunas empresas han tomado la decisión de liquidar contratos laborales o incluso cerrar sus operaciones de manera definitiva debido a que no pueden enfrentar los gastos fijos que mantienen por sus estructuras de costos. Según encuesta realizada por Deloitte Consulting, el 37% de las firmas del país reducirán su nómina por la emergencia sanitaria que estamos atravesando. Hasta el 20 de abril, el Ministerio de Trabajo ha recibido 4,526 denuncias por despidos intempestivos, con el pasar de los días, esta cifra con seguridad se incrementará significativamente.
Bajo este complejo panorama, un sector que juega un papel fundamental para el sostenimiento y reactivación de la economía es el sistema financiero, es alagador saber que este se encuentra estable y presenta buenos indicadores de solidez. Según información de la Superintendencia, las captaciones (obligaciones con el público) de los bancos en marzo del 2020 alcanzó $33,020 mil millones de dólares y sus colocaciones (créditos otorgados) sumaron $30,045 mil millones de dólares, presentando incrementos en relación a marzo del 2019 en 5% y 9% respectivamente, situación que determina un adecuado margen de liquidez. La tasa de morosidad al mes de marzo del 2020 fue del 2,6%, porcentaje inferior al cierre de los años 2017, 2018 y 2019. Las provisiones se efectúan de forma técnica y bajo estricto control de la Superintendencia de Bancos, lo que conlleva a que exista seguridad en sus operaciones. La solidez del sector bancario es importante y estoy convencido que servirá, con apoyo del gobierno, para evitar el cierre de operaciones de muchas medianas y pequeñas empresas que constituyen las principales generadoras de empleo en una nación, como la ecuatoriana, que se carateriza por tener altos niveles de informalidad en su economía.
Las estrategias que deben definir los Bancos son de fundamental importancia para el sostenimiento y continuidad de las empresas, por supuesto que los retos que enfrentan los principales personeros de las instituciones financieras son complejas, pero seguramente tomarán decisiones que permitan favorecer la liquidez de la empresas en estos tiempos difíciles para la mayoría de las sectores productivos.
Considero que la Banca debe analizar técnicamente, en conjunto con las empresas, la reestructuración de los créditos vigentes en función de la situación financiera específica de cada sujeto económico y sobretodo de los flujos de efectivo que proyecten una vez que se inicien sus operaciones. Para lograr este objetivo, es importante sincerar y formalizar las cuentas de las medianas y pequeñas empresas a través de un adecuado asesoramiento, los oficiales de crédito deben concebir el mejor producto crediticio que satisfaga las necesidades de sus clientes y de esta manera lograr su supervivencia económica; es necesario que la Banca desarrolle productos innovadores que involucren menores tasas de interés y períodos de gracia, es decir que estén acorde a los nuevos modelos de negocio generados por el cambio en el comportamiento de los consumidores y de los mercados en general. También, el sistema financiero tiene el reto de fortalecer los canales digitales y ofrecer todos los productos en línea con la finalidad de facilitar las transacciones y aumentar los niveles de bancarización de la población.
Por otro lado, los sujetos económicos que demandan los servicios bancarios y principalmente los créditos tienen que manejar una adecuada administración financiera que, ahora mas que nunca, se vuelve imprescindible para lograr la sostenibilidad empresarial. Los emprendedores, empresarios y ejecutivos deben analizar con detenimiento sus estados financieros y a través de las diversas herramientas de diagnóstico y pronóstico financiero puedan tomar las mejores decisiones que permitan optimizar sus recursos y potenciar sus operaciones. En un escenario de corto plazo, como el que estamos viviendo ahora, siempre será fundamental mantener la liquidez, es decir contar con el capital de trabajo suficiente, dejando para el mediano y largo plazo la rentabilidad. Considero que mantener las operaciones ya será un éxito empresarial en este año, debido a que así se podrá mantener el empleo de su personal, que sin lugar a dudas es la mejor forma de aportar al entorno económico y social de nuestro país. Se debe tener presente que al lograr sostenerse con acciones de corto plazo, se podrá conseguir metas y objetivos de largo plazo.
Felicitaciones
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